jueves, 8 de febrero de 2007

Noticia del clarin

Sociedad



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SALUD : UNA PIEZA CLAVE DEL SISTEMA SANITARIO

Crisis en la salud: faltan 5.500 enfermeras en Capital y Provincia

Según datos oficiales, se debe al congelamiento de vacantes en los hospitales. Esto provoca el envejecimiento de los planteles, sobrecarga de tareas y serios déficit en la atención de los pacientes.


Georgina Elustondo
gelustondo@clarin.com


Son las que están ahí, apurando una tijera, un par de gasas y un mimo cuando el médico corta el cordón y nos entrega al mundo. Y las que les ponen el cuerpo a las peores cosas cuando nos internan, nos operan o sufrimos un accidente; son las que nos pinchan para curar o prevenir y las que, muchas veces, nos ayudan a morir con dignidad, o de la mejor manera posible. La importancia de las enfermeras en un sistema de salud y en la vida de las personas es indudable. Sin embargo, su situación laboral no se corresponde con la trascendencia y el valor de su tarea: tanto en la provincia de Buenos Aires como en la Capital la crisis del sector es "gravísima".

Faltan enfermeras. Los planteles están envejecidos y desanimados. Y hay muchos trabajadores enfermos por la sobrecarga de tareas. Es el diagnóstico que revelaron a Clarín las máximas autoridades de ambas jurisdicciones.

"La crisis de enfermería tiene muchas caras: tenemos un déficit de más de 2.000 personas pero, también, un desánimo y una falta de incentivo en los planteles sin antecedentes. El prestigio de la enfermera se borró de la cultura hospitalaria. Y esa devaluación del rol provocó desgano, altos índices de ausentismo y pedidos de licencias muy largas", precisó el titular del Ministerio de Salud bonaerense, Claudio Mate.

Un panorama similar alumbró el director de Enfermería de la Secretaría de Salud porteña, Rubén Gasco. "El déficit de enfermeras es el problema más crítico del sistema de salud porteño. Las políticas de devastación de los últimos años han generado una situación insostenible: faltan más de 3.500 enfermeras, se han perdido muchísimas vacantes y el plantel ha envejecido. El promedio de edad en Capital es 50 años, y muchas tienen problemas de salud por la sobrecarga de tarea, del desgaste físico y de las malas condiciones de trabajo. Tenemos que revertir esta situación con urgencia", subrayó.

También en Provincia piensan tomar cartas en el asunto. "Queremos mejorar el principal cuestionamiento que nos hace el usuario del hospital, que es la falta de trato humano. En ese marco, la enfermería es una pieza clave, porque la enfermera es la primera que contiene al paciente cuando llega y la que sabe todo sobre él. Es un sector que hay que fortalecer y jerarquizar, por eso decidimos que puedan acceder a la carrera hospitalaria", dice Mate. Además de mejoras salariales, el funcionario promete promover la formación y multiplicar la oferta educativa oficial.

La crisis tiene aristas diversas. El congelamiento de vacantes, la falta de incorporación de personal y la pereza burocrática al momento de los reemplazos explican gran parte del problema, pero no todo. "En Capital los sueldos no son malos. Oscilan entre 1.100 y 2.000 pesos, según la categoría. Pero parte del déficit se cubre sobrecargando al personal con horas extras que se cobran por un sistema de módulos ($ 22 por 6 horas) que es muy injusto. Además, es inhumano y riesgoso para la enfermera y para el paciente que haya jornadas de 12 o 14 horas", reconoció Gasco.

En Provincia los sueldos son más bajos: el promedio es de 1.000 pesos, por eso el gobernador Felipe Solá se comprometió a mejorarlos. Pero hay problemas que van más allá de lo económico. "Casi un tercio de los planteles está haciendo tareas administrativas o actividades que no tienen que ver con la enfermería. Es lo que llamamos cargos desvirtuados, situaciones que generan índices de ausentismo del 30%. Hay que recuperar el valor de la formación", anticipa Mate.

Los gremios esperan las novedades con atención. "Los salarios están retrasados y la sobrecarga de tareas devalúa la calidad de la atención y pone en riesgo a los trabajadores", dice Oscar Isaci, de ATE.

Más del 80% de las enfermeras son mujeres. Y hay que discriminar tres categorías: los auxiliares (9 meses de formación, pueden no tener secundario); los enfermeros terciarios o universitarios (2 o 3 años de estudio); y los licenciados en enfermería. El problema de la falta de formación queda expuesto en las estadísticas: en Capital, el 60% son auxiliares y menos del 10% tiene licenciatura. En Provincia, menos del 30% tiene estudio de grado.

Los organismos internacionales establecen que debiera haber un médico cada 3 enfermeras. Esta relación, en Argentina, es exactamente inversa. "Tenemos 82.000 enfermeras y debiera haber el triple. En nuestra estrategia de fortalecimiento de la atención primaria queremos jerarquizar el rol de las enfermeras. Para eso es clave promover incentivos, y en eso estamos. Profesionalizamos a las universitarias y a las licenciadas y estamos organizando programas de capacitación para mejorar la formación de los planteles. Pero es un problema que no afecta sólo al sector público, en el privado es similar y a veces peor", dice Claudia Madies, subsecretaria de Políticas, Regulación y Fiscalización del Ministerio de Salud de la Nación.

Con tres turnos, los enfermeros pasan 24 horas en un hospital y establecen un tipo de contacto con el paciente que no tiene ningún otro profesional de la salud. "Si el médico para, la situación es complicada. Pero si la enfermera no trabaja, el hospital debe cerrar. Es injusto que se postergue a un sector tan noble", dicen en ATE. En la vereda de enfrente, los funcionarios, curiosamente, coinciden. Un encuentro, sin duda, esperanzador.

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